Demasiado frío para importarme

En caso de quebrar uno mas de mis mandamientos, de aquellos encontrados en mi baúl... me disculpo conmigo misma, porque sé que una vez más... rompo mi alma.

O lo que creo de ella.

Siempre fuiste brillante en las noches, tus palabras me acariciaban y tus ojos me hicieron recordar la realidad de mis tormentos. Mi querida alegría ya te volviste un singular pedazo de plural.

Siempre estuviste loco por las estrellas y nunca me dejabas ahorrarme centavos para regalarte una de ellas. Y trataron de convencerme de que no eras real, de que eres tan solo una película prefabricada, un copy and paste de mis fantasías, perdiendome una vez mas en mis tontas ilusiones. Mucha subjetividad.

Pero es necesario que al menos en esto me regale la opción de ser yo, aunque el yo esté equivocado... siempre lo está, siempre lo estoy, es válido para el deeo apaciguar aquello que lo quema, es válido para el frío congelar hasta los huesos de las princesas de cuentos míticos olvidados, mas por falta de dicción que por fábulas.

Y muy probablemente he empezado a escribir de la manera en que ya no lo hacía hace mucho tiempo, dejando a mis dedos marcar el ritmo de la cnación que toca en mi cabeza, cual canción para mis despertares, en realidad esa es la que depende de lo que he soñado... sin embargo y volviendo al punto, escucho breves tam tams de la batería imaginaria que inunda mis oídos internos, o será únicamente el efecto de shock que me revienta los tímpanos, supongo que gritar en la noche es comparable con no hacerlo, el silencio siempre prevalece.

Los colores van cambiando dando viva y tonalidad al movimiento de palabras, ya que una imagen vale mil de ellas hay que perfeccionar el uso del lenguajo para crear imagenes que puedan convertirse en memorias, una vez leí no recuerdo donde que según no recuerdo quien había no recuerdo que y que... ya me perdí en mi falta de memoria.

Bueno, haciendo las cosas sencillas, un recuerdo es a mi manera de ver un instante que se repite cuantas veces lo queramos en la pantalla detrás de nuestros ojos, un instante que no está en el pasado ni en el futuro (¿se pueden recordar cosas futuras?) es un instante que lo vivimos constantemente y todo el tiempo, déjenme creer en esto ya que es la manera sola en la que puedo explicar convenientmenete mis déjà vus...

Mi querida alegría eres un recuerdo más que nunca me va a dejar en paz, rasmillando cual espino eterno este despojo de materia, y es cierto que no nací para ser lo que ahora soy, y ¿es que acaso existe tal cosa como un destino? y es cierto que tampoco vivo cada día saboreando cada detalle como debiera de ser. Voy mintiendo a mis filantrópicos impulsos y corrompiendo a mis sentimientos, inundándolos de miedo y de pereza, los padres de los cánceres de alma.

Cuando temo mucho amo poco, por esta única razón amo cada vez que siento un escalofrío pasar por mi espalda, porque se que se avecina la tormenta de mis pasiones enfermizas. ¿Quién no las tiene? Si alguien responde afirmando con su nombre, permítanme decir que no os creo, una vil mentira.

Vivimos prisioneros voluntarios de mentiras.

No permitidme que la nombre alma mía, que mate su cuerpo pero no su espíritu... Quiero ser la Psyché de mi propia historia mítica.

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